Nuestro país es uno de los mejor posicionados para lograr la meta de convertirse en carbono neutral en la siguiente década, gracias a políticas ambientalistas acertadas que incluyen el uso eficiente de maderas en Costa Rica.
En este sentido, solo Las Maldivas, Nueva Zelanda, Islandia y Noruega acompañan a la nación en la meta de reducir en el corto plazo la dependencia de combustibles fósiles tanto para la generación de energía, como para el transporte vehicular.
Por otra parte, y a pesar de sonar contradictorio, la industrialización y el uso de maderas en Costa Rica son realmente beneficiosos para el ambiente.
Impacto ambiental de las maderas producidas en Costa Rica
Aparte de contribuir al desarrollo económico del país, cuando se construye una estructura en madera ya se ha aprovechado el ahorro energético generado al producir cada m2 de material, además de reducir la emisión de gases contaminantes en más de 2 toneladas de dióxido de carbono.
Lo más importante en esta dinámica industria-ambiente es lograr un balance positivo entre el volumen de materia producida y cubrir la demanda de los diversos sectores de la economía.
Esto se logra con políticas ambientales dedicadas a crear un ecosistema sostenible para el futuro, donde las plantaciones forestales crezcan a la par (o en casos ideales, en mayor velocidad) del volumen producido.
Igualmente, en Costa Rica la mayor parte de las maderas procesadas están destinadas al armado de tarimas, muebles y estructuras para el sector de la construcción, con un porcentaje importante dedicado a la exportación de materia prima.
Esta situación coloca a los productores, empresarios e inversores ante una encrucijada: ¿es más rentable exportar la materia prima o apostar por el desarrollo del país?
En Hacienda El Tecal lo tenemos claro: las maderas de Costa Rica son parte del futuro de la nación. Combinando la calidad de especies como la melina, la teca y el laurel con un equipo altamente profesional, hemos logrado plantar más de 100 mil unidades, listas para hacer de sus proyectos una realidad.